Ultrapowix Generations

lunes, 4 de diciembre de 2017

Cap. 02: Rebeldes sin Causa

[...]
Dave se dirige hacia donde sus dos amigos para contarle su experiencia cuando Asha se le acercó y le saludó, pero al final no pareció salir como esperaba, pues al parecer Lacey le interrumpió y no dijo nada más...

--- ¡Eh, chicos...!

--- ¿Dave, qué pasó?--- le preguntó Derek extrañado.

---  Pues, no te lo vas a creer, tío...

--- Dave, calla un momento. Ahora nos lo cuentas.--- le interrumpió Lacey mientras hablaba con dos compañeros más para invitarlos a su grupo de baile.

Dave se sintió muy humillado al ver que su amiga le interrumpió el momento en el que iba hablar sobre la chica que parecía gustarle, aunque pese a todo él tenía un problema con las chicas, y quizás por eso se calló tras pedírselo su compañera. Dave tuvo una mala experiencia con las chicas anteriormente, y desde entonces le guardaba cierto rencor y sumo respeto a todas ellas en general. Pues no se atrevía ni acercárseles, a menos que alguna se atreviese a ello, como ya le había pasado con Asha y Lacey.

Luego, sonó de nuevo el timbre del recreo, y todos los alumnos se fueron a sus respectivas aulas hasta la hora de salida, pero cuando Lacey le cede el turno de palabra a Dave, resulta que éste ya se había ido.

 --- Venga, Dave ya puedes... ¿Hablar?--- añadió Lacey mientras se sorprendía de la ausencia de éste.

--- Bueno, pues yo también me voy.--- comentó Derek a continuación.

--- Derek, espera, voy contigo, ¿no te importa, verdad?

--- En absoluto, como quieras.

 Una vez en la aula, los alumnos parecían muy concentrados en sus tareas, hasta que de pronto la directora Dónogan les interrumpe en plena clase.

--- Perdona, profesora, ¿puedo llevarme a unos alumnos?--- dijo la directora.

--- Por supuesto, adelante, los demás continuad la tarea.

--- Dave, Lars, ¿podéis venir, por favor?

--- Joder, ahora sí que se va a liar...--- dijo Lars.

Los dos chicos se levantaron y acompañaron a la directora hacia su despacho.

--- Chicos, lo que habéis hecho estos días está mal. No quiero que se vuelva a repetir,¿lo habéis entendido? ¿O es que queréis ser unos rebeldes sin causa?

--- Ja, pues hasta eso resulta más interesante que venir aquí y veros las caras a todos, ja, ja, ja.

--- ¿Estás seguro, Lars?--- le cuestionó la directora.

--- Eh, oiga directora, aquí mandará usted, ¿pero sabe qué le digo?... ¡Qué a mí no me vas a mandar!--- le respondió Lars muy cabreado tirando su asiento al suelo marchándose a continuación.

--- ¡Eh, Dave! ¿vienes o qué?

--- Ahm... Sí, claro.--- le contestó muy confuso a su amigo.

Los dos chicos se largaron del despacho de la directora. 
A la salida, Dave parecía caminar solo con su mochila colgada sobre el hombro. Él parecía encontrarse muy pensativo después de todo lo ocurrido ese día, hasta que de repente aparece el coche del padre de su amigo Lars, el cual le llamaba desde la ventanilla para invitarle a una fiesta que pretendía organizar. 

--- ¡Dave! ¿te apuntas a mi fiesta que daré esta tarde? ¡Estás invitado si decides asistir! ¡Ven a Paradise-Magic, nos vemos allí!--- le gritó Lars desde el coche de su padre.

Dave se giró y ni si quiera pudo contestar. Al girarse vio que en el coche que se marchaba estaba Asha mirándole casi de reojo sonriéndole maléficamente, lo que hizo que éste volviese a quedarse algo impactado, hasta que la chica cerró la ventanilla del auto y a continuación el vehículo se marchó.

Llegada la tarde, Dave finalmente se decanta por asistir a la fiesta de su nuevo amigo Lars, lo que se llevó una gran sorpresa cuando éste acudió a la celebración.

--- ¡Dave! Me alegra que al final no te hayas arrepentido, colega. Ven acompáñame, tengo algo que enseñarte.--- le comentó Lars muy ilusionado por lo que estaba al suceder en dicha fiesta.

--- Verás, esta fiesta es en honor a nosotros, porque ¿sabes? La directora me dio una idea, y me dije... ¿por qué no? Los rebeldes también merecemos ser felices y divertirnos a nuestro gusto cuando se nos antoje. Así que por eso va esta fiesta, por divertirnos como nos dé la real gana, y por que somos unos auténticos... ¡Rebeldes sin causa! Así que, ¡Bienvenido al club, compitrueno!

A partir de entonces, todos los invitados de la fiesta empezaron a aplaudir y continuaron la fiesta.

Durante la celebración, Lars, Dave y algunos más se dedicaron a hacer gamberradas por el vecindario, así como tirar petardos a las casas de los vecinos, mientras éstos molestos les insultaba enfadados por el panorama y ellos se daban a la fuga entre risas.

--- ¡Gamberros! ¡Avisaré a la policía!--- gritó un vecino desde lejos muy histérico.

Finalmente, los chicos después de pasarse casi todo un día haciendo travesuras, regresaron a sus respectivas casas. Fin

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