Cap. 03: Cómplices en la Maldad Part 2:

[...] Ambos chicos se dirigieron a sus clases, cuando algunas de las hermanas de Abril comenzaron a murmurar y rumorear acerca de lo que acababan de presenciar entre Dave y Dolce, pero ellas lo versionaron, y se lo dijeron a su manera a Asha, y volvieron los problemas, incluso para Asha, quien no daba crédito a lo que sus hermanas le decían.

Más tarde, cuando Dave sale de la escuela, decide ir a ver a Asha, de la cual no esperaba cierta reacción debido a lo que algunas de sus hermanas le habían cotilleado.
--- Hola, amor. ¿Cómo estás?

--- ¿Amor? ¿Cómo te atreves a llamarme así después de lo que acaba de suceder hoy? ¿Y cómo puedes tener la poca vergüenza de preguntarme que cómo estoy? Está bien, ¡¿quieres saber cómo estoy?! Pues lo vas a saber...--- le respondió Asha muy enfurecida.

--- Pero bueno, ¿a ti qué te pasa?

--- ¿¡Que qué me pasa!?, sabes bien lo que me pasa, ¿y esa tal Dolce, qué?

--- Un momento, espera, ¿cómo...? ¿quién te lo ha dicho? Entre ella y yo no hay nada, si la acabo de conocer, no sé ni quien es.

 --- Ja, ¿con que no lo sabes, eh? Pues yo sí que lo sé. He oído que entre ustedes hay algo más. ¡No mientas y confiésamelo de una vez!--- le volvió a contestar demasiado alterada.

--- ¡Que te estoy diciendo la verdad! Quien quiera que te haya dicho eso se ha equivocado pero totalmente. A mí quien me interesa eres tú, Asha.

--- ¿Así? Pues yo no lo tengo muy claro, Dave...--- añadió muy confusa.

--- Pues bien, buscaré al causante de este malentendido y se enterará.

Luego, Dave decidió dar con el culpable de aquel falso rumor entre Dolce y él, lo cual había sembrado el caos con su chica, por la cual sí que estaba realmente interesado, pero antes de eso, ocurrió algo más...

Pues Dolce se le volvió a presentar en el camino, solo que él parecía volverla a ver de lejos, pero cuando hizo el intento de acercarse a ella, todo a su alrededor se incendió, y él quedó atrapado rodeado de fuego. 
Dave no esperaba tal cosa, lo que no sabía era que en realidad se trataba de una prueba que le había puesto Dolce para comprobar que como diablo la podía superar, pues ella conocía su ser, pero esto él no lo sabía, así que de verse tan rodeado de llamas a su alrededor, sin saber cómo reaccionar ante ello, se asustó tanto al verse tan acorralado por el fuego que no pudo evitar desmayarse del susto, convirtiéndose esto en su gran debilidad de por vida, algo muy raro siendo un diablo entre otras cosas que ningún otro diablo sería capaz de hacer o más bien decir.

Pero Natalie, al ver a su hijo atrapado por el incendio, acude en su ayuda velozmente apenas lo ve, salvándole así del peligro que finalmente quedó en un gran susto para él. Le traumatizó tanto el fuego, que a partir de entonces fue su gran debilidad, y además ya no podía ni mirarlo, pues si lo hacía se desmayaría tal y como le pasó por primera vez y podría llegar a consecuencias peores.

Aun así, después de ese maltrago, se acordó de su amigo Lars, con el cual había quedado, pero éste después de lo sucedido lo logra encontrar y se sorprende de la reacción de su amigo ante el fuego, cosa que no esperaba de un diablo.

--- ¡Eh, tío! ¿qué te pasó? ¿por qué no lo superaste, eres un diablo, no?--- le comentó Lars muy estupefacto.

--- Lo lamento, tío, quizás en realidad soy algo inferior. No sé qué me ha podido pasar...--- añadió Dave muy disgustado y cabizbajo.

--- ¿Un diablo que se disculpa? ¿un diablo que teme al fuego? Tú no eres un verdadero diablo, ¿quién se supone que eres? Te creía más valiente, Dave. De verdad, me desilucionas bastante...

--- ¡¡Pues puede que sea un demonio, no sé, y qué si no soy un verdadero diablo!!--- le contestó a su amigo muy alterado.

--- Chaval, te diré algo... Me das pena, y das pena como diablo, ah no, qué eres inferior. ¿Sabes lo que me das? Risa, eso es lo que me das. La categoría dice mucho de un diablo, cosa que nunca consiguirás por ese camino. Te derrotaría de no ser por que me caes bien, joder macho, qué decepción más grande.

--- Habíamos quedado, no sé si aun lo recuerdas, ¿o pensabas dejarme tirado?

--- Por supuesto que me acuerdo y no pensaba darte plantón, en serio, Lars.

--- Bien, vamos 'diablo'. Espero que al menos no te dé pánico el infierno.--- dijo Lars vacilándole.

--- Eso sí que no. 

--- Bueno, ya veremos. ¿Y quién era esa chica por la que me dejaste colgado?

--- Nadie. Creí haber visto a un conocido, pero no lo era.--- le mintió Dave.

Dave no quería causar más problemas del que ya había, así que acompañó a Lars al infierno, y ambos combatieron juntos allí junto a una serie de enemigos, a los cuales se enfrentaron ambos ayudándose el uno al otro cuando más lo necesitaban, según lo poderoso que fuese el enemigo. A partir de entonces, su maldad y valentía como compañeros les convirtieron en unos auténticos cómplices en la maldad.